insomne II

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Paren un poco, no me quiero subir… quiero seguir siendo ese que cree que el mundo está bien, que se levanta pensando en el hoy, que un día soñó cambiar todo, en remar para el mismo lado, mirarlos de frente sin correr asustado.

Pare un poco, no me quiero subir… no me gusta la calaña que anda por allí. No me gusta la gente que corre sin prisa, que mata sin pena, que pierde sin bronca. No me gustan los tipos que no leen, las mujeres que no beben, los amigos que no vuelven.

Paren un poco, no me quieran llevar… Acá estoy muy bien, sigo siendo aquél. Aunque más cansado. Una vez creí que el amor se tenía con la mano y se perdía con el codo. Lo sigo creyendo. Una vez pensé “qué pobres los reyes magos que no tienen quién les regale”. Una vez les regalé, nunca lo aceptaron.

Paren un poco, no me dejen atrás! Por favor esperen que me quiero subir. En este lugar ya no se puede vivir. Dicen que la esperanza se fue por la puerta de atrás. Que la mentira tiene patas largas. Que la utopía quiere firmar la paz. Especulan, analizan, factorean, recalculan. Nacen y mueren. Qué dejan? Nada. Un paréntesis.

insomne

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Maldita apuesta sin fondo para tantas cosas. Eterno trueque entre el todo que tengo y la nada que viene… gotas que caen de ese cielo cada vez más lejano, de esa esperanza ajena a mis ganas.

Mi cuarto de huéspedes aloja tantos proyectos que las ventanas arden de ingenuidad. Así y todo cuesta abandonar el barco sin tirar aunque sea un manotazo. Ya vieron cómo cuesta pelear con los guantes gastados.

Relojeo a la vida y le pregunto qué onda? Te fuiste? Ns/Nc.
Cobarde me escapo en los sueños… tanteo, amago, lo intento… que fácil! No hay peros, no hay muerte… sólo azul… sólo luz…

Lástima que el baile se acaba, y es temprano para olvidar caricias…