La
alegría atrincherada, esperando tus encuentros
Los
proyectos olvidados bajo un manto de piedades
Son las
voces de estas ansias las que claman por tus versos
Es la
daga que apuñala la memoria en los recuerdos
Ya no el
fin, sino el comienzo que atropella este presente
Un
comienzo con tu ausencia, sin tu risa ni tus besos
Esa
ausencia ineludible, tan cercana y lapidaria
Esa risa
sin reproches, sin promesas ni obviedades
Esos
besos sin mañana, sólo en gotas, sin verdades