Somos niños, recuerdo que
jugamos con cajas y frascos de remedios color marrón transparente. Yo soy una
especie de superman de novalgina; vos, la Venus del tafirol. Distancia y olvido, cosquillas
y al rincón.
Ahora tenemos diez y pico
y pateamos una latita de coca en el patio del cole; es el paraíso. Sólo hay
fibras y colores, la felicidad en papel glacé. Estamos en el orgasmo de la
vida. Lugar y tiempo, para reír sin entender.
Somos adolescentes.
Respirar es ver un culo dentro de un pantalón de gimnasia azul. Morir es que te
corran la cara. Vivir es ser el mejor amigo de tu mejor amigo. Reloj sin cuartel, avanza sin pausa pero no se ve.
Somos jóvenes y la mochila
pesa una Segunda Guerra Mundial. Nos piden el pan y la torta, el pancho y la
coca. Pero no tenemos ganas, es nuestro tiempo de ser idiotas. Tiempo al tiempo, ya habrá dolor con las derrotas.
Somos adultos llegando
tarde a la oficina. Nos olvidamos las victorias que en casa nos esperan, pero
puteamos al tachero, a la inflación, al lineman, y al vecino que cambió el auto
(ese-atorrante-que-vaya-uno-a-saber-en-qué-andará-metido). Distancia, tiempo,
and good bye a la pasión.
Somos todos los niños que
ahora recordamos mientras elegimos la corbata
quemáscombinaconeltrajearayas. Somos todos los adolescentes que ahora
recordamos cuando vemos un culo asomarse desde la clase de pilates. Somos todos
los jóvenes que ahora recordamos cuando al decir revolución decimos whatsapp.
Somos todos los adultos que ahora recordamos mientras nos olvidamos de vivir.
Somos distancia, fuimos
del tiempo, seremos olvido.