Quizá algún día muchos de los que no te conocen te conozcan, y tengan la suerte que tuve, cuando un día en el parque del hotel Bremen de Villa Gral. Belgrano, junto a gente muy de tu palo, escuché por primera vez Calle Melancolía.
Y quizá otro día, lejano, le de tu nombre a un mocoso que apenas estará empezando a discutir tercamente como su padre. Y con pasión sin igual defenderá que lo que se ama se lo ama con locura, y que las medias tintas no suelen entender de autobiografías como las que aquí, con tus permisos, ofrezco a los escasos seguidores de este blog, fracaso de soneto cibernético.
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2 comentarios:
Grande!!
Mi vuelta de tuerca
Tengo heridas que relatan un pasado real.
Mi presente en un conjunto de velocimetros que miden sentimientos, emociones, responsabilidades, fantacias... y que seguramente hacen a mis ganas.
Con un futuro ensimismado en sueños y fabulas.
Abrazo.
las malas compañias simpre serán las mejores!!! que grosssooooo!!! y brindo porque nunca se terminen las calles melancolías y por mas sabinas y menos idiotas morenos que juegan al balocesto!
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