Yo te invito a quedarte en casa, yo te llamo a encender el
alba
yo te invito a no irte nunca, yo te exijo llenarme el alma
En las alas que son tus manos, mis pies descalzos levantan
vuelo
son pequeños mas sienten fuerza, por tu empuje miran al
cielo
Aún recuerdo cuando esos ojos, parpadeaban al ver mis pasos
las miradas yacían desnudas, no había inviernos en tu regazo
Entre llantos y algún capricho, la vida misma se ofrecía
entera
vos alquimista buscando mares, yo un marinero encontrando
tierra
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