Sábado 2 p.m.

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Las respuestas a este mundo tan loco, y a veces tan condenadamente cuerdo que habitamos, jamás las vas a encontrar en las razones de los hombres, ni en las ideas de las banderas.

Los terremotos van a seguir jugando al ajedrez con las ciudades, las tormentas arruinarán los festivales y yo... yo voy a seguir allí, pensando quién sabe qué.

Pero en algún punto, cuando aún sin comprender la pequeñez de estas hormigas llamadas humanos, te des cuenta que no hay respuestas a todo esto (que tampoco se definir ni comprendo), vas a dejar de hacerte el superhombre, entenderás que el mundo no es más que tu mundo, tu concepción de el, y por fin te dignes a aceptar el golpe bajo.

Y es así como encuentro las respuestas en una tarde de sábado, cuando en vez de estudiar alguna abstracción del Siglo XIX, termino escuchando "La Navidad de Luis", cantada por una negra Sosa más presente que nunca.

Y siento que los tsunamis, genocidios, terremotos, asesinos, revoluciones, jaquemates, flagelos y todos los etcéteras que a esta locura le quepan... pasan en mi mundo tanto como en el otro, ... y con tardes de sábado, con risas, con felicidades cotidianas (acaso hay otras?) puedo hacer que duelan un poco menos.

Se que no es más que una transa, un impune soborno a nuestra insignificancia.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta porque tiene sabor a Cordoba y bronca de adolescente pero lleva la virtud del que no se conforma con lo explicado.
Guillermo Caminos desde USA
www.caminos.wordpress.com

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