Caprichosas

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Escurridizas, caprichosas, antojadizas, pendencieras, contundentes, laguneras…
se escapan como el viento y ya no encuentro el adjetivo que adjetive esta cuestión. Vienen y se van. Más se van de lo que vienen. Dictadores literarios las conquistan y se roban el manjar. Joaquines, silvios, nanos; ismaeles, benedettis, nerudas y salzanos.
Codiciadas, inoportunas; graves, agudas. De acá, de allá; nostálgicas, terrenales, mañeras, surreales, indomesticables. Bervos, adgetibos, articulos, pronombres. Dan sentido al existir, y tu latir se traduce en una frase, selección más o menos ordenada de letras e invenciones; ajetreadas, empecinadas; con puntos y comas, con comillas sin complejos. Y siempre, o casi nunca, con un punto final.
Yo

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